19 de septiembre de 2012

Sesenta segundos, sesenta veces contaba y faltaban siete veces más, cerraba los ojos, soñaba irse lejos, pero despertaba en el mismo lugar. Ladraba, ladraba y no mordía nada, por miedo a quedarse sin cucha ahí nomás, da rabia cuando un pobre diablo te quita todo lo que dios no te da. Para despegar una hora no alcanza, a la vuelta la panza le va a reclamar, y el flash que a destiempo se le hace inseguro, sopita caliente en la mesa del bar. Decidió que iba a ser un pájaro libre y que NADA más lo iba a atar, y cuando los sueños son de tal calibre no hay despertador que los pueda bajar. Junto a sus amigos, se puso una banda, no hay que darle al tiempo lo que no es de él, y hoy sabe que todo a valido la pena si escucha los gritos del negro José ~

5 de septiembre de 2012


Yo vivo en la distancia pero puedo regresar y amarte cada noche en cada estrella ~