
Quando sos chiqo soñas qon lo qe vas a ser quando seas grande, y si te dejan soñar, soñas en grande. De grande medis tu vida qon un parametro, es mejor o peor de lo qe imaginaste. Si soñaste mucho qon la vida qe qerias, sabes muy bien lo qe qeres, y tambien sabes muy bien lo qe no qeres, lo qe no enqaja qon lo qe soñaste para vos. Al imaginar nuestra vida, nos qonvertimos en un personaje de nuestra propia novela, perseguimos siempre esa vida qe imaginamos. Pero qomo se hace para vivir, si sabes qe la vida qe imaginaste jamas se va a qoncretar? La vida qe soñe se me esta escapando de las manos. Lo qe nos sostiene son los sueños, pero qomo haces quando entendes qe eso es imposible? Qien no se imagino la vida de otra manera? Hay qe qonformarse qon la vida qe nos toqa? Hacemos lo imposible para ajustar la vida a lo qe imaginamos y la vida se resiste, se revela a nuestra idea de qomo debe ser. El problema de los sueños es qe a veces se qonvierten en qapricho. Qeres esa felicidad qe soñaste o nada. Qualqier detalle distinto a lo qe imaginas arruina la felicidad, pero es mucho la realidad quando sos un soñador. Yo siempre fui una soñadora. Y fui perdiendo los sueños uno por uno. Me ganó la realidad. A veces uno cree qe lo qe duele es la realidad, pero lo qe duele es el ideal. La vida qe imaginas puede ser un sueño, pero tambien puede qonvertirse en una qarcel. Imaginar tu vida ideal esta bueno, pero qe la vida imagine por vos es mucho mejor. A veces ai qe dejarse sorprender. La obsecion por el ideal te puede hacer perder de vista lo real, lo verdadero, lo qe necesitas. Nada esta a la altura de un ideal. Si qeres qoncretar tus sueños lo mejor es empezar por matar al ideal. El ideal es una luz muy brillante, tanto, qe puede terminar opaqando a la realidad. Podes sufrir toda la vida por ese ideal, hermoso, puro brillante, pero lejano y qada vez mas lejano. Aunqe no pueda hacer nada qon mi ideal ni qon mi gran sueño, voy a ver qe puedo hacer qon mi realidad. Hay qe poder distinguir los sueños del ideal, los sueños son peqeñas excusas qe nos ayudan a crecer, el ideal es una gran mole de oro qe nos paraliza. En qambio la realidad es frágil, endeble, imperfecta, pero verdadera. Por eso, mejor qe imaginar la vida, es vivirla.