Sabíamos no decirnos nada.
Conservando en apariencia
una amistad consolidada.
Sabiamos no exigirnos mucho.
Hola. Que haces?,
convidame un pucho,
qe me tenés abandonada.
Vos con tu mochila a cuestas.
Yo con la excusa perfecta,
para charlar de pavadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario